Algaeventure Systems (AVS), es una de las muchas nuevas empresas innovadoras que participan en el programa de mentores del Departamento de ARPA-E. Fundada en 2008, AVS recibió 5.9 millones de dólares en 2009 para el desarrollo de tecnologías enfocadas en obtener plásticos a partir de algas. Sin embargo, la historia de AVS comenzó realmente antes, cuando su empresa matriz Univenture decidió embarcarse en la búsqueda de alternativas renovables a los plásticos tradicionales derivados del petróleo.
Investigación y desarrollo de plásticos basados en algas
Entre 2004 y 2008, Univenture identificó la necesidad de encontrar alternativas a los plásticos convencionales, ante el inevitable declive de su negocio principal basado en CDs y DVDs. Esto los llevó a investigar distintas fuentes de biomasa, encontrando en las algas un recurso prometedor. Las algas no solo poseen un ciclo de vida corto que permite su rápido crecimiento, sino que además no requieren tierra fértil ni agua dulce, evitando la competencia con cultivos alimentarios, a diferencia de otros bioplásticos a base de maíz y caña de azúcar.
Las algas ofrecen una solución prometedora no solo por su rápida tasa de crecimiento, sino por la capacidad de reducir energía en los procesos de producción. La obtención de plástico de algas es altamente eficiente, superando los métodos tradicionales basados en centrifugadoras que usan más energía para separar la biomasa del agua. AVS invirtió sus esfuerzos en mejorar la tecnología de procesamiento para reducir los costos de producción de este nuevo tipo de plástico biodegradable, abordando los principales desafíos técnicos en la cosecha y deshidratación de las algas.
Ventajas medioambientales del plástico de algas
El desarrollo de plásticos biodegradables a partir de algas no solo representa una opción sostenible para reducir la huella de carbono generada por la industria de los plásticos convencionales. La tecnología detrás de esta innovación puede también ayudar a regenerar ecosistemas marinos, ya que el cultivo responsable de algas en granjas oceánicas controladas reduce la acidificación de los océanos y contribuye a la biodiversidad. De acuerdo con algunos proyectos actuales, como SeaweedPack, reemplazar tan solo una tonelada de plástico tradicional por bioplásticos de algas puede ahorrar hasta 2 toneladas de emisiones de CO2 anuales.
Además, a diferencia de otros bioplásticos que requieren condiciones industriales específicas para descomponerse, los bioplásticos de algas son 100% compostables en casa. Esto significa que, una vez desechados, pueden transformarse en abono sin necesidad de instalaciones complejas, cerrando aún más el ciclo de la economía circular.
Investigaciones actuales y retos futuros
Actualmente, varios proyectos de investigación están avanzando en el uso de algas para la producción de bioplásticos comercialmente viables. Tal es el caso del proyecto SEABIOPLAS, que ha demostrado cómo el cultivo de algas en sistemas de acuicultura multitrófica integrada puede generar bioplásticos y, a su vez, producir subproductos útiles como piensos para peces. Este tipo de sistemas optimizados permiten cuadruplicar el contenido en azúcares de la biomasa, un factor clave para mejorar la eficiencia en la producción de bioplásticos.
Otra tecnología prometedora es el uso de bacterias Haloferax mediterranei, que metabolizan los carbohidratos presentes en las algas para producir polihidroxialcanoatos (PHA), un tipo de poliéster natural y biodegradable. Este método, desarrollado por la Universidad de Tel Aviv, utiliza microorganismos para reemplazar procesos químicos contaminantes, generando plásticos totalmente biodegradables que se degradan en aproximadamente un año.
Diversas empresas han comenzado también a trabajar con plásticos basados en algas marinas, como Sway, que ha desarrollado un sistema para producir bolsas biodegradables a partir de algas marinas cultivadas de forma responsable. Este tipo de soluciones no solo representan un avance hacia un modelo de economía circular, sino que también contribuyen a la reducción del impacto medioambiental de los plásticos de un solo uso.
En resumen, iniciativas como las de AVS, Univenture y otros actores internacionales están demostrando que el uso de algas para la producción de plásticos biodegradables es más que una teoría. Los bioplásticos de algas no solo son una alternativa sostenible, sino que, con el desarrollo adecuado, podrían convertirse en una solución clave frente a los plásticos tradicionales, reduciendo nuestra dependencia del petróleo y aportando una solución real para lidiar con los residuos plásticos.
bueno la información es muy interesante pero tengo que realizar un proyecto donde tengo que hacer plastico sin untilizar petroleo no se si me pudieran ayudar ok espero su respuesta !!! gracias.