Alerta por radiación solar extrema: claves para protegerte y evitar riesgos para la salud

  • El nivel extremo de radiación UV en Canarias y parte de la península requiere precauciones adicionales y evitar la exposición al sol.
  • La radiación solar puede causar quemaduras, envejecimiento prematuro de la piel, cataratas y aumentar el riesgo de cáncer cutáneo.
  • Proteger piel y ojos, hidratarse y usar ropa adecuada son medidas esenciales en periodos de calor y alta radiación.
  • La protección solar es fundamental incluso en días nublados y para grupos vulnerables como niños, mayores y trabajadores al aire libre.

radiación solar

Las olas de calor y los episodios de radiación solar extrema están afectando gravemente a distintas regiones de España, con especial incidencia en Canarias. Las autoridades sanitarias han elevado el nivel de alerta y han recordado la importancia de tomar medidas de protección para prevenir problemas de salud asociados, como quemaduras solares, golpes de calor y un mayor riesgo de cáncer de piel.

La radiación ultravioleta (UV) alcanza valores extremos, tanto en días soleados como nublados, y supone una amenaza seria para la población. Desde la Dirección General de Salud Pública recalcan que, aunque existan nubes, los rayos UV atraviesan fácilmente la atmósfera, potenciando el daño cutáneo y ocular. Por eso, protegerse no es un consejo estacional, sino una rutina diaria imprescindible para toda la ciudadanía.

¿Qué es la radiación solar y cómo afecta a la salud?

La radiación solar incluye luz visible, rayos infrarrojos y rayos ultravioleta. Estos últimos son los más preocupantes, ya que tienen la capacidad de producir quemaduras, daños en el ADN de las células de la piel y acelerar el envejecimiento. Además, pueden provocar lesiones oculares y, a largo plazo, aumentar el riesgo de cataratas y tumores cutáneos.

Existen tres tipos principales de radiación ultravioleta: UVA, UVB y UVC. Mientras que la capa de ozono bloquea casi por completo los UVC, los rayos UVA y UVB llegan a la superficie terrestre. Los UVA son los responsables principales del envejecimiento prematuro y también penetran a través de cristales y nubes, mientras que los UVB son causantes de quemaduras y favorecen la producción de vitamina D, pero también incrementan la posibilidad de desarrollar cáncer de piel.

Riesgos asociados a la exposición solar

El daño que causa la radiación solar en la piel y los ojos es acumulativo. Las quemaduras repetidas, especialmente en la infancia, aumentan notablemente el riesgo de padecer melanoma y otros tipos de tumores cutáneos en la vida adulta. Por otra parte, la exposición prolongada puede acelerar la aparición de arrugas, manchas y cataratas.

Las consecuencias de la sobreexposición son inmediatas y a largo plazo:

  • Quemaduras solares, enrojecimiento y dolor
  • Lesiones oculares como cataratas o daño en la retina
  • Reacciones alérgicas, fotoalérgicas o fototóxicas en la piel
  • Envejecimiento prematuro, aparición de manchas y pérdida de elasticidad cutánea
  • Aumento del riesgo de cáncer de piel, especialmente tras años de exposición acumulada

Situaciones de riesgo extremo: Canarias y otras zonas afectadas

Canarias presenta los niveles más altos de radiación UV de toda España durante todo el año, agravándose en verano por la latitud subtropical, la altitud y el reflejo del sol en superficies como agua o arena. Desde la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y la Consejería de Sanidad, se ha recomendado evitar cualquier exposición directa al sol, incluso fuera de las horas punta y en jornadas nubladas.

En Zaragoza, por ejemplo, las temperaturas han rozado los 38°C y el índice de radiación solar UV ha alcanzado valores de 10, considerados muy altos. Este escenario obliga a extremar precauciones, especialmente para menores, personas mayores y trabajadores que pasan largas horas al aire libre.

Recomendaciones para protegerse de la radiación solar

Las autoridades sanitarias insisten en adoptar medidas de protección física y hábitos responsables frente al sol:

  • Evita la exposición al sol en todo momento en días de alerta por radiación extrema
  • Recuerda que las nubes no bloquean la radiación UV por completo: protégete también cuando el cielo esté nublado
  • Utiliza fotoprotector solar de amplio espectro (FPS 50+), renovándolo cada dos horas y tras baños o sudoración
  • Viste ropa de manga larga, tejidos ligeros y colores oscuros, que bloquean mejor la radiación ultravioleta
  • Lleva sombreros de ala ancha y gafas de sol homologadas con filtro UV
  • Busca sombra siempre que sea posible y limita las actividades al aire libre
  • Hidrátate constantemente y mantén especial atención a niños, mayores y personas vulnerables

En el entorno laboral y durante trayectos en coche, la protección sigue siendo esencial. Los cristales de los vehículos no siempre filtran todos los rayos UVA, por lo que es recomendable usar fotoprotección y cubrir la piel, sobre todo si se realizan viajes largos o se trabaja conduciendo.

¿Qué grupos de población son más vulnerables?

Las personas con piel, cabello y ojos claros, quienes toman medicamentos fotosensibles, personas mayores de 50 años y aquellos con antecedentes familiares de cáncer cutáneo tienen un riesgo especialmente elevado ante la exposición solar. La protección de los más pequeños es fundamental: se recomienda el uso de gafas de sol con filtro homologado desde edades tempranas y evitar la exposición directa siempre que sea posible. En caso de rechazo a las gafas de sol, recurrir a gorros o viseras amplias ayuda a prevenir daños oculares.

Claves para reforzar la protección en casa y en el trabajo

El diseño bioclimático y el uso de medidas pasivas, como la ventilación cruzada y los sistemas de sombreado exterior, suponen un complemento eficaz para mantener el confort térmico y reducir la necesidad de climatización artificial. Toldos, persianas y vegetación exterior ayudan a impedir la entrada directa de radiación solar, manteniendo las viviendas más frescas y seguras durante las olas de calor.

Los expertos aconsejan ventilar durante las primeras horas del día y a última hora de la tarde, manteniendo ventanas y persianas cerradas en las horas centrales para impedir la entrada de calor y rayos UV.

El daño solar es acumulativo: la importancia de la prevención diaria

Las lesiones provocadas por el sol, aunque no se manifiesten de inmediato, pueden tener consecuencias a largo plazo, como la aparición de melanomas, arrugas, manchas oculares y problemas inmunológicos. La protección solar debe ser parte de la rutina diaria, no solo durante las alertas o las vacaciones.

Con el nivel de radiación solar tan elevado como el actual, seguir estas recomendaciones es básico para evitar los efectos negativos sobre la salud, sobre todo en áreas donde la incidencia del sol es especialmente intensa y el daño solar se produce incluso en días nublados o con brisa.

La población debe estar informada y tomar precauciones constantes ante la radiación solar. Adoptar hábitos responsables, proteger piel y ojos y prestar especial atención a los grupos más vulnerables son las claves para disfrutar del verano y del tiempo al aire libre sin asumir riesgos innecesarios.

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