Es posible que alguna vez hayas querido instalar energías renovables en tu hogar y no te hayas decidido a causa del precio y el coste de inversión. La inseguridad por invertir en algo que no sabes si va a traerte beneficios es algo complicado de sobrellevar. Sin embargo, aquí te traemos hoy una solución a tus problemas. Si no puedes invertir, ¿por qué no hacer la energía renovable por ti mismo? En este artículo te vamos a enseñar a tener energía eólica en tu hogar. Para ello, vamos a ver cómo se construye paso a paso un aerogenerador casero.
¿Quieres aprender todo sobre ello? Sigue leyendo para descubrirlo.
Construir un aerogenerador casero
Para los que no sepan bien lo que es un aerogenerador, se trata de un generador de electricidad que funciona a través de la fuerza del viento. Es un artilugio que tiene aspas como las de un ventilador que son movidas por la velocidad a la que sopla el viento y es capaz de transformar esa energía cinética en energía eléctrica para satisfacer nuestra demanda.
Como pueden ver, no es una energía que contamine, por lo que entra dentro del mundo de las renovables y del desarrollo sostenible. Con ello, podemos aportar nuestro granito de arena en el mundo de las renovables sin necesidad de los costes de inversión y la inseguridad inicial que invade a todo el que intenta establecer la energía renovable en su hogar.
Por todo ello, vamos a ir paso a paso explicándote lo que hace falta para construirlo.
Materiales necesarios
Para la construcción de nuestro aerogenerador casero vamos a necesitar las típicas herramientas que nos encontramos en un taller. Además, necesitaremos de un soldador de arco, que emplearemos para fabricar los soportes y la torreta de anclaje y una dremel, que sirve para cortar con mayor precisión las hélice del aerogenerador casero.
Una de las piezas claves que debemos utilizar es el alternador. Un alternador de un coche es perfecto para construir nuestro aerogenerador casero. Los materiales más importantes son estos tres: las hélices, el alternador y, por supuesto, el viento. Sin la fuerza del viento no tendremos ningún tipo de energía eléctrica.
Lo más recomendable es un alternador de camión o similar. Es decir, lo que más importa es el tamaño. Conforme más grande sea el alternador, mejor. Como cada alternador tiene una curva característica, podemos saber el amperaje que tiene. Es así como buscaremos aquel alternador más lento y le agregaremos una multiplicación gracias a una polea grande que pondremos en el molino y otra pequeña que pondremos en el alternador. Así conseguiremos que el viento no sople demasiado fuerte para comenzar a generar electricidad.
Hay que saber bien el consumo que se tendrá en el hogar y buscar generar algo más por el llamado consumo fantasma. Se trata del Stand by de muchos aparatos que tienen un LED, como lo son los televisores.
Supongamos que montamos nuestro aerogenerador casero un día que hace poco viento. Tenemos que ver cuánta energía nos suministrará el aerogenerador con un régimen de vientos más pequeño para tener garantizado el suministro. No podemos esperanzar nuestro consumo energético en aquellos días que sí hace bastante viento, porque no sabremos con exactitud cuándo serán.
Montaje de las hélices
Vamos a describir cómo montar el segundo elemento importante de nuestro aerogenerador casero, las hélices. Existen numerosos tipos de aerogeneradores con diferentes tipos de hélices. Los hay que funcionan con dos, tres y hasta cuatro o más hélices. Esto depende enteramente de la velocidad que tengamos del viento en la zona en la que vivimos. El alternador utilizado también condicionará el número de hélices.
Si utilizamos unas hélices con un perfil aerodinámico bueno, podemos tener un buen rendimiento a altas velocidades pero tendremos muy poco par de arranque. Esto significa que no podremos aprovechar la electricidad que nos otorgan los viento más débiles. Lo que tenemos que tener en cuenta es que, si el régimen de vientos en tu zona es más pequeño, harán falta más hélices para compensarlo.
Para fabricar las hélices, aprovecharemos los tubos PVC que se emplean en fontanería. Son bastante económicos, abundantes y se pueden fabricar repuestos en cualquier momento. Una ventaja importante de estos tubos es que ya vienen curvados, por lo que no habrá que complicarse para poder hacer las hélices. A la hora de cortar, es mejor usar la Dremel y hojas de corte de PVC para obtener más precisión a la hora de hacer los cortes.
Ahora necesitaremos elegir los materiales para el plato de hélices. Lo más recomendable para empezar es un plato de madera redondo donde atornillaremos las hélices. De esta forma podremos modificar el diseño del aerogenerador en cualquier momento al poder quitar y poner las hélices que hagan falta. Una vez tengas claro cuál es el diseño que quieres conseguir, puedes comprarlo en aluminio CNC para poder conectar la correa de transmisión.
Puesta a punto del aerogenerador casero
Para realizar las conexiones eléctricas se puede emplear un cargador de baterías que sale barato. Es importante comprar baterías buenas que nos sirva para almacenar la mayor cantidad posible de energía.
Lo que nos queda es construir la torreta donde irá instalado el aerogenerador. Para ello, empleamos palos de acero cincado que se usan para la instalación de antenas. Se puede utilizar unos cordones para amarrarlo y que no se mueva cuando haya viento extremo. Los cables que sirve en la instalación podemos meterlos dentro del tubo para que no sufran con la erosión o puedan ser deteriorados por la meteorología.
El montaje de esta torreta se debe hacer sobre una base pivotante. Al colocarle en la cola un timón podrá orientarse en la dirección del viento sin problemas y se podrá tener más energía con el mismo viento.
Espero que con estos consejos puedan construir su propio aerogenerador casero. Entrar en el mundo de las renovables es siempre una buena opción. A parte de ser una energía económica, estarás contribuyendo a la reducción de la contaminación y al agotamiento de recursos naturales.