La comarca berciana vuelve a verse sacudida por un anuncio de calado: Acciona Industrial ha comunicado un expediente de regulación de empleo que pone en el alambre a los 47 puestos de la planta de biomasa de Cubillos del Sil. La información ha sido confirmada por la Federación de Industria, Construcción y Agro de UGT (FICA-UGT), que habla de una medida con impacto total en la plantilla.
En un momento de clara fragilidad industrial, el expediente llega tras meses de idas y venidas en la central, que en 2024 atravesó una “parada técnica” de cuatro meses. El tono en la comarca es de preocupación mientras se esperan definiciones sobre el futuro de las instalaciones y de los trabajadores.
Acciona plantea un ERE que alcanza a toda la plantilla

Según UGT FICA en El Bierzo, el expediente presentado por Acciona Industrial apunta a la extinción de los contratos de los 47 empleados que actualmente prestan servicio en la instalación. El sindicato califica la noticia como “un jarro de agua fría” y emplaza a las administraciones a implicarse para evitar un nuevo golpe al tejido productivo de la zona.
Las conversaciones formales arrancarán el 30 de septiembre, fecha en la que está previsto el inicio del periodo de consultas del ERE. En la mesa se discutirán alternativas, condiciones y alcance de la medida, con el foco puesto en proteger el empleo y mantener la actividad en la planta.
La central de Cubillos del Sil es propiedad de Forestalia y de Somacyl (empresa pública de la Junta de Castilla y León). Fue presentada como uno de los pilares para la reactivación económica del Bierzo tras el cierre de las térmicas, de ahí la inquietud que suscita un expediente que afecta a toda la plantilla actual.
En 2024, la instalación estuvo parada entre julio y noviembre por una “parada técnica” que, según se argumentó entonces, se vinculó al retraso en ayudas comprometidas por el Gobierno. Ese episodio añadió incertidumbre a un proyecto que venía lidiando con tensiones financieras y operativas.
Desde el entorno sindical, la consigna es clara: vigilancia extrema y defensa de derechos. UGT FICA sostiene que el expediente “supone otro varapalo para el empleo en El Bierzo” y reclama compromisos efectivos para no agravar la ya delicada situación laboral de la comarca.
La Junta y Forestalia barajan asumir la gestión de la central

En paralelo al anuncio de Acciona, la Junta de Castilla y León y Forestalia han transmitido su intención de hacerse cargo del control y la gestión de la planta para asegurar su funcionamiento. Su planteamiento pasa por contratar directamente al personal necesario y dar continuidad operativa a la central.
Ambas partes sostienen que los empleados afectados por el ERE no forman parte de la sociedad mixta de la planta, sino que pertenecen a la subcontrata Acciona Industrial. Además, afirman que esta última habría paralizado la actividad de manera unilateral y contra su criterio, por lo que no descartan acciones legales para defender los intereses del proyecto.
Con el arranque del periodo de consultas a la vuelta de la esquina, el futuro inmediato se dirime entre las condiciones del ERE, posibles recolocaciones, contrataciones directas por parte de la gestión público-privada y la preservación de la actividad energética. El desenlace dependerá de lo que se acuerde en la negociación y de los pasos que den las instituciones implicadas.
En el plano societario, Forestalia puso a la venta el 85% de las acciones de la planta a comienzos de año, mientras que Somacyl mantiene el 15%. Desde la parte pública se confía en la entrada de nuevos inversores durante 2025, después de saneamientos por unos 12 millones de euros que permitieron recuperar la actividad tras anteriores impagos en contratos de biomasa.
La dimensión territorial del asunto es evidente: El Bierzo arrastra cierres de minas y térmicas y ve en la biomasa un vector para sostener empleo y actividad. Por eso, UGT pide alternativas reales para evitar el cierre total y que la transición energética no deje a la comarca en desventaja frente a otros territorios.
La fotografía que dejan estos movimientos es la de una planta clave en El Bierzo con 47 empleos pendientes de una negociación decisiva, una administración y el socio privado ofreciendo asumir el timón y un sindicato en guardia. Lo que ocurra en las próximas semanas marcará si el ERE termina en ajuste traumático o si se abre paso una solución que salve actividad y puestos de trabajo.