La industria nuclear ha sido objeto de muchas controversias a lo largo de los años. Aunque suele transmitir información que considera positiva y hace lobby para mantener adhesiones y apoyos políticos, rara vez ofrece una visión completa que permita a la sociedad formular una opinión crítica sobre su funcionamiento y los riesgos asociados a esta tecnología. En este artículo, desglosamos una serie de datos sorprendentes sobre la energía nuclear que probablemente desconocías.
Riesgo financiero: ninguna aseguradora quiere asegurar plantas nucleares
El alto riesgo de accidente y la magnitud de los daños que podría generar un incidente nuclear han hecho que ninguna aseguradora esté dispuesta a cubrir estos riesgos. Esto se debe a que incluso un accidente menor podría desencadenar pérdidas económicas enormes, lo que hace inviable asegurar este tipo de instalaciones. No existe en el mundo ninguna póliza de seguro para centrales nucleares. Esto significa que, en caso de un desastre, la carga económica recae en gran parte sobre los gobiernos y, por ende, sobre los ciudadanos.
Subsidios estatales mantienen a flote las centrales nucleares
En la mayoría de los países, las centrales nucleares no son autosuficientes económicamente. De hecho, en todos los países donde existen reactores nucleares, éstos necesitan algún tipo de subsidio o ayuda estatal para su funcionamiento. Un ejemplo claro de esta situación es el caso de Estados Unidos, donde en tan solo dos años se otorgaron subsidios por 20.000 millones de dólares a esta industria.
Este tipo de ayudas hace que la energía nuclear sea más competitiva frente a las energías renovables, que muchas veces reciben menos apoyo estatal. Lo paradójico es que mientras los gobiernos destinan grandes sumas a subsidiar la energía nuclear, la financiación de energías limpias y renovables suele ser limitada y objeto de debate.
El problema de los residuos nucleares
Uno de los mayores desafíos de la energía nuclear son sus residuos. Los desechos nucleares son almacenados, encerrados o incluso enterrados en diferentes zonas del planeta. Existen grandes cantidades de cementerios nucleares, algunos de ellos no legales ni debidamente autorizados para recibir estos materiales. Además, en varias ocasiones, países sin energía nuclear han aceptado recibir residuos nucleares a cambio de compensaciones económicas.
A pesar de los esfuerzos para asegurar su contención, la vida útil de estos depósitos es limitada. La mayoría de ellos están diseñados para durar un máximo de 100 años, mientras que algunos desechos tienen una vida radioactiva que puede prolongarse entre 300 y 24.000 años, lo que representa un grave riesgo a largo plazo.
Incremento del riesgo con la antigüedad
La probabilidad de accidentes aumenta a medida que las plantas nucleares envejecen. Las centrales más antiguas, algunas con más de 40 años de operación, están ubicadas en países como el Reino Unido, Estados Unidos y otras naciones europeas. Estas instalaciones requieren estrictas inspecciones y actualizaciones constantes para prevenir fallos, pero a medida que superan los 20 años de vida operativa, el riesgo de accidentes aumenta considerablemente.
Impacto limitado en la creación de empleo
Contrario a las creencias populares, la industria nuclear no genera una gran cantidad de empleos. Aunque requiere de mano de obra altamente calificada, el número de empleados por planta es relativamente bajo. En toda la Unión Europea, por ejemplo, solo hay 400.000 empleos relacionados con la industria nuclear, lo que representa una cifra muy baja en comparación con otros sectores energéticos, como las renovables.
¿Es realmente una fuente de energía limpia?
La energía nuclear a menudo es presentada como una opción libre de emisiones de CO2, pero esto no es completamente cierto. Si bien las centrales nucleares no emiten gases contaminantes durante la generación de electricidad, el ciclo completo de producción de energía nuclear sí genera emisiones. Etapas como la minería del uranio, la fabricación del combustible, la construcción y el posterior desmantelamiento de las plantas requieren combustibles fósiles y, en consecuencia, producen emisiones de carbono.
Adicionalmente, las centrales nucleares tienen una gran necesidad de agua para refrigeración, lo que no es viable en un entorno de cambio climático, donde las temperaturas globales están aumentando y los recursos hídricos son cada vez más limitados.
Cuanto más conocemos sobre la industria nuclear, más entendemos los riesgos que plantea para la sociedad y el medio ambiente en general. A pesar del atractivo que pueda tener como fuente de energía, no debemos ignorar los desafíos y peligros asociados a su uso. En la actualidad, existen alternativas renovables, como la energía solar y eólica, que proporcionan una electricidad sostenible sin los riesgos inherentes que conlleva la energía nuclear.
Con todo respeto al autor, lo que se dice de la industria nuclear no es así, las centrales nucleares son reconocidas por bajas emisiones eso quiere decir que no contaminan el planeta como otras fuentes de energía, las torres de enfriamiento no contaminan de ningún modo ya que el humo que sale por ellas son nubes debido al agua caliente que se evapora en ellas, respecto a los desechos y el combustible nuclear son almacenados con mucha precaución y seguridad al pasar los 10 años pierden el 99% de la radiactividad sobre todo el uranio el mas utilizado antes que el plutonio. Gracias por su atención.