Muchas empresas tienen un gasto de agua en sus actividades y para ello, emplean agua potable. Sin embargo, una empresa de autobuses en Málaga ha decidido ahorrar agua y emplear una técnica medioambientalmente sostenible: almacenar el agua de lluvia y emplearla para lavar los autobuses.
Esto es una medida que ha sido incorporada con nuevas instalaciones y ello refleja el respeto a la naturaleza que tienen como uno de sus ejes fundamentales. La empresa que ha añadido esta medida es la de Autocares Vázquez Olmedo.
Almacenar agua de lluvia para el lavado de autobuses
Para llevar a cabo esta medida de ahorro de agua han añadido en la sede un depósito de 125 metros cúbicos para poder almacenar toda el agua de lluvia y así no desperdiciarla. La flota de vehículos de la empresa cuenta con 45 de ellos y gracias a esta agua se pueden lavar sin necesidad de gastar agua potable. Además, a este depósito se le suma la implantación de un sistema de depuración que impide que se vierta agua contaminada desde la central. Parte de esta agua se destina a un huerto, por lo que el agua debe de estar en perfecto estado para no contaminar la plantación.
A parte de todo el tratamiento de aguas depuradas y el aprovechamiento del agua de lluvia para el lavado de los vehículos la empresa de autobuses a optado un por un modelo de sostenibilidad ambiental basado en la autosuficiencia a partir de energía solar mediante de la instalación de placas fotovoltaicas.
Autosuficientes
Según Vázquez son 100% autosuficientes gracias a la energía solar. Ha comentado que no hacen uso de la energía eléctrica tradicional y que la energía proveniente del sol les permite cubrir la demanda de las actividades en los distintos departamentos de la empresa. También ha hecho mención en la dificultad que tienen las empresas privadas para contar con alternativas a los combustibles fósiles. Normalmente, esto es mucho más fácil en el ámbito urbano y con empresas públicas.
Por último, las instalaciones de la compañía de autocares, que están adaptadas para ser eficientes a nivel térmico y lumínico, son fruto de una inversión de 150.000 euros, que esperan poder amortizar en un plazo de diez años.