Las categorías de amenaza para la conservación de especies

Categorías de amenaza para las especies amenazadas

El ser humano a lo largo de la historia ha provocado muchos impactos sobre el planeta. Los impactos han sido más notables e importantes, llegando a ser algunos irreversibles, después de la revolución industrial. La preocupación por los efectos negativos que provoca el hombre en el medioambiente surge de la degradación de los ecosistemas, la pérdida de biodiversidad, la contaminación de aire, agua y suelos y el agotamiento de los recursos naturales.

A esta preocupación por el medioambiente, se le suma la ya existente por la salud y el bienestar, el aumento de la calidad de vida y garantizar una buena esperanza de vida. Estas condiciones se ven afectadas por el desarrollo económico y urbano del ser humano, en el que las actividades económicas provocan impactos sobre los recursos naturales, la flora y la fauna.

Los impactos ambientales en los ecosistemas

De la necesidad de proteger la biodiversidad del planeta y mantener la funcionalidad de los ecosistemas tal y como los conocemos, surgen las categorías de amenaza para las distintas especies de flora y fauna que se encuentran en peligro de extinción o cuya población está en decrecimiento. Desde el momento en que el ser humano comienza a realizar sus actividades económicas como la explotación de los recursos (hidrológicos, mineros, agricultura, etc.) se producen determinados impactos sobre los ecosistemas. Esos impactos provocan efectos en la flora y fauna existentes en esos lugares que llevan a la alteración del modo de vida de estos. Por ejemplo, la agricultura provoca fragmentación en los ecosistemas, la construcción de carreteras provoca pérdida de continuidad en los hábitats, etc.

Impacto ambiental y contaminación

Estos impactos hacen que la flora y fauna no pueda adaptarse a las condiciones de vida normales ante la aparición de nuevos escenarios. La búsqueda de alimento y agua se dificulta, nacen nuevas enfermedades, el desplazamiento y la búsqueda de escondite ante depredadores se hace más difícil… Todo ello provoca que muchas especies no se puedan adaptar bien ante estas nuevas condiciones de vida provocadas por las actividades de ser humano, y, desgraciadamente, no puedan sobrevivir, provocando una disminución en las poblaciones.

Los ecosistemas son complejas redes de conexiones entre especies que intercambian energía en una forma estable llamada equilibrio ecológico. Al afectar a ese equilibrio ecológico las poblaciones van disminuyendo, y dependiendo del número de relaciones que existan en el ecosistema, más vulnerable será a la degradación total. Un ecosistema con pocas especies es muy vulnerable ante los impactos del ser humano y los naturales. Las poblaciones de animales y plantas que alcanzan un decrecimiento por debajo de un umbral se les categoriza como “en peligro de extinción”.

Trabajos previos a la categorización de amenaza

Para poder hablar de categorías de amenaza en las poblaciones de animales y plantas, debemos de analizar primero el estado de conservación del ecosistema y de dichas especies. El estado de conservación se conoce como la probabilidad de que una especie siga existiendo en el presente o en un futuro no muy lejano. Para ello, se debe de analizar la población existente actualmente de una determinada especie y su tendencia a lo largo del tiempo. De esta forma se puede predecir su población en un futuro cercano, siempre que las condiciones a las que están sometidos continúen estables. Si existen nuevos depredadores u otras amenazas (entre ellas los impactos del ser humano) que puedan modificar su hábitat y condiciones de vida, habrá que analizar cómo evolucionará la especie ante tales situaciones.

¿Cómo surgieron las categorías de amenaza?

Las categorías de amenaza de la flora y fauna surgieron a partir de su clasificación. A mediados del siglo XVIII Linneo publicó un método para poder clasificar a todos los seres vivos. Estos son las categorías taxonómicas y se han clasificado hasta hoy día a unos 1,4 millones de especies. Los animales vertebrados, debido a su mayor conocimiento, son utilizados como indicadores biológicos y, por lo general, en ellos son volcados los mayores esfuerzos de conservación.

Linneo creó la clasificación taxonómica

Linneo. Fuente http://www.cuentosdedoncoco.com/2013/02/biografia-de-carl-von-linneo-resumen.html

Debido al equilibrio ecológico nombrado anteriormente, para poder conservar a los vertebrados se deben de estudiar sus requerimientos tróficos y sus dependencias del hábitat. Es por ello, que se debe de garantizar el buen estado de conservación de los ecosistemas en los que habitan y se deben de conservar también las especies de flora y fauna de las cuales ellos dependen, para poder conservar el equilibrio ecológico que los mantienen estables.

Criterios de evaluación para la protección de especies

Para poder clasificar a las especies según su grado de amenaza se realizan diversos test en las poblaciones del taxón objeto de estudio para asignarle la categoría de amenaza o tratarlo como no amenazado.

  • El criterio A se basa en el estudio de la reducción del número de individuos maduros en un tiempo establecido.
  • El criterio B estudia la distribución geográfica de las poblaciones que se ven reducidas dependiendo de la extensión de presencia de las especies y el área de ocupación que realmente cubren los individuos.
  • El criterio C se basa en el número de individuos maduros en disminución continua por los impactos que se provocan en los ecosistemas.
  • El criterio D es número total de individuos maduros que existen en el hábitat.
  • El criterio E analiza la probabilidad de extinción en un porcentaje de individuos por unidad de tiempo.

Si se comprueba que una especie deja de cumplir el criterio por el que se había considerado amenazada, normalmente se debe evaluar en base a otros criterios y no eliminarse de la lista.

El rinoceronte se encuentra en peligro de extinción

El rinoceronte se encuentra en peligro de extinción

Categorías de amenaza según la UICN

Hay muchas maneras de poder clasificar a los animales cuyas poblaciones se encuentran en detrimento. La más conocida son las categorías de amenaza establecidas por la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN). La UICN compila las especies que sufren algún tipo de amenaza en los conocidos libros rojos y listas rojas.

Para que un taxón esté amenazada basta con que cumpla un solo criterio de los nombrados anteriormente. Estas son las categorías de amenaza según la UICN:

Extinta (EX): No hay duda de la desaparición del último individuo.

Extinta en estado silvestre (EW): Sólo sobrevive en cultivos o en bancos de semillas y laboratorios.

En peligro crítico (CR): Riesgo de extinción extremadamente alto, cumpliendo cualquier criterio tras un estudio realizado de la especie e incluirla en la lista roja. Para que una especie se encuentre en peligro crítico de extinción tiene que cumplir lo siguiente:

  • Su población se reduce en un 80-90% de los individuos en 10 años o 3 generaciones.
  • Su extensión total sea menor a 100 km2 o su ocupación menor a 10 km2.
  • El número de individuos maduros sea menor de 50.
  • La probabilidad de extinción es del 50% en 10 años y 3 generaciones.

En peligro (EN): Riesgo de extinción muy alto. Hoy en día existen muchísimas especies en todo el mundo que están en peligro de extinción. Para que se considere en peligro debe de cumplir lo siguiente:

  • Su población se reduce en un 50-70% de los individuos en 10 años o 3 generaciones
  • Su área de extensión es menor a 5.000 km2 y su ocupación de 500 km2.
  • El número de individuos maduros es menor de 250.
  • La probabilidad de su extinción es del 20% en 20 años o 5 generaciones.

Vulnerable (VU): Riesgo extinción alto. Una especie vulnerable no está en peligro de extinción, pero por su situación, modo de vida o exposición a distintos impactos y actividades del ser humano se reduce su población. Para que una especie se le considere como vulnerable debe de cumplir que:

  • Su población se reduzca un 30-50% de los individuos en 10 años o 3 generaciones.
  • Su área de extensión sea menor de 20.000 km2 y su ocupación sea menor de 2.000 km2.
  • El número total de individuos maduros sea menor de 1.000.
  • La probabilidad de extinción de la especie sea del 10% en 100 años.

Casi amenazada (NT): No satisface ninguno de los criterios pero se encuentra muy próximo a cumplirlo.

Preocupación menor (LC): Son taxones abundantes y de distribución relativamente amplia. Normalmente se les realiza algún tipo de seguimiento para determinar si sus poblaciones decrecen con el tiempo.

Datos insuficientes (DD): No se dispone de información suficiente para evaluar pero podría estar amenazada. Hoy en día existen numerosas especies, sobre todo marinas, de las que no se disponen de datos suficientes para poder establecer categorías de amenaza. Son difíciles de estudiar debido a su área de distribución y su complejidad a la hora de acceder a sus hábitats.

-No evaluada (NE): No se ha evaluado pero podría estar amenazada.

Categorías de amenaza según la UICN para la conservación de especies

Categorías de amenaza según la UICN. Fuente: http://es.slideshare.net/acatenazzi/proceso-lista-roja-uicn

Las especies amenazadas deben de evaluarse periódicamente (sobre todo las que están casi amenazadas). El uso de estas categorías a escala regional es importante en el caso de poblaciones más amplias.

Para que exista una obligación de proteger las especies animales y vegetales debe de haber una legislación vinculante. En Europa se ha desarrollado la Directiva Hábitats 92/43 CEE. Con ella se ha creado una red de espacios naturales protegidos a nivel europeo llamada Red Natura 2000. Su objetivo de gestión y conservación trata de proteger los ecosistemas donde habitan las especies amenazadas. En España es la Ley 42/2007 de patrimonio natural y biodiversidad la que encarga de proteger a la flora y fauna.

Oso polar en peligro de extinción

Juntos podemos hacer que especies como el oso polar no estén en peligro de extinción

Como podéis ver, es de vital importancia proteger los ecosistemas para poder salvaguardar las condiciones de vida de las especies animales y vegetales. Gracias a la legislación vigente y a los esfuerzos de muchas organizaciones ecologistas se están consiguiendo grandes resultados en la protección de especies que están en peligro de extinción. Aunque aún el trabajo que queda por hacer es enorme ya que cada vez la biodiversidad mundial está perdiendo especies a un ritmo inexorable.


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