En 2015, España registró un descenso preocupante en el consumo de energías renovables, disminuyendo un 3,1% respecto al año anterior. Esto situó el uso de renovables en un 13,9% del consumo total de energía, porcentaje inferior al objetivo marcado por la Unión Europea. Mientras tanto, a nivel europeo, el consumo de energías renovables experimentó un aumento del 9% en comparación con 2014, alcanzando el 13% de la energía primaria consumida. Estos datos fueron extraídos del informe ‘Un horizonte renovable, el reto de Europa hacia el 2020’ de EAE Business School.
La caída en el consumo de energías renovables en España se atribuye a la reducción de las subvenciones gubernamentales y al auge de otras fuentes de energía más económicas, como el petróleo. Sin embargo, se espera que este retroceso pueda revertirse. En 2017, el gobierno asignó un total de 336 millones de euros para fomentar el uso de energías renovables, con el objetivo de llegar al 20% de consumo renovable en línea con las metas europeas para 2020.
Fuentes de energía en España
El panorama energético en España en 2015 mostró una clara dependencia del petróleo, que representaba el 42,2% del total. Le seguían el gas natural con un 19,9% y las energías renovables con un 13,9%. Otras fuentes como la energía nuclear y el carbón quedaban en un 12,1% y 11,7% del total, respectivamente.
EAE Business School destaca que el fuerte crecimiento del consumo de petróleo se debió en gran parte a la drástica caída en su precio, lo que además contribuyó al retroceso de las energías renovables. Mientras el precio del petróleo se desplomaba, las energías renovables, sin los incentivos necesarios, resultaban menos competitivas.
Aportaciones al PIB
El informe también detalla las aportaciones de las energías renovables al Producto Interior Bruto (PIB) de España al cierre de 2015. La solar fotovoltaica fue la que reportó la mayor contribución, representando el 32,75% del total de las energías renovables. Le seguían la eólica con un 21,12%, la solar termoeléctrica con un 16,45%, la biomasa eléctrica con un 16,30% y los biocarburantes con un 5,90%.
A pesar de una ligera caída en la contribución de las energías renovables al PIB desde 2012, el sector sigue teniendo un gran potencial. Los expertos esperan que las renovables puedan aportar hasta un 1% del PIB español en los próximos años, siempre y cuando el sector continúe recibiendo el apoyo necesario en forma de políticas y financiamiento.
Futuro de las energías renovables: objetivo 2020
Con el objetivo de alcanzar el 20% de consumo renovable en el mix energético para 2020, España ha impulsado múltiples subastas de energías renovables. La más reciente, celebrada en 2017, resultó en la asignación de 5.037 megavatios (MW), superando ampliamente los 3.000 MW previstos inicialmente.
Según el Ministerio de Energía, este aumento en la potencia adjudicada se debe a la elevada demanda del sector energético, lo que llevó a aplicar una cláusula especial prevista en la convocatoria. Esta permitió ampliar la cantidad de energía asignada y satisfacer la demanda creciente.
Entre los principales adjudicatarios destacan empresas como ACS, que se llevó más de la mitad de la capacidad subastada, con 1.550 MW de potencia solar fotovoltaica. Otros actores relevantes incluyeron a Forestalia con 316 MW y Endesa, a través de Enel Green Power, con 339 MW.
Compromisos de las subastas y cumplimiento
Las empresas adjudicatarias deberán cumplir con estrictos plazos para que los proyectos adjudicados estén operativos antes de 2020. Esto garantiza que se cumplan los compromisos adquiridos en la subasta y se permitirá la devolución de las ofertas recibidas conforme los promotores vayan alcanzando los hitos establecidos.
Este sistema de garantías asegura que la energía adjudicada se empleará completamente para los proyectos adjudicados, evitando así que se retrasen o se dejen a medias las iniciativas previstas. En este sentido, el Gobierno ha puesto en marcha mecanismos de control para asegurar que todos los proyectos energéticos se desarrollen en los plazos establecidos.
Si bien 2015 marcó un retroceso en el consumo de energías renovables en España, los esfuerzos realizados en los últimos años muestran un compromiso creciente por parte del Gobierno y las empresas para revertir esta situación. Las políticas de fomento, las inversiones y las reformas energéticas pueden hacer que, en el futuro cercano, las renovables jueguen un papel más destacado en el mix energético del país.